La segunda semana del histórico juicio por la sedición policial que generó saqueos dejó dos cosas en claro. Las demoras y la incapacidad que tuvo el PE para neutralizar la protesta, y que el responsable de haber frenado la protesta era el ex jefe de Policía Jorge Racedo. Eso fue el resumen de lo declarado por el ex subsecretario de Seguridad, César Nieva, con el que se cerró los testimonios en la sala de debate de los funcionarios del área.
Al igual que lo hicieron el ex ministro Jorge Gassenbauer y su ex asesor José Sarmiento, Nieva explicó durante más de dos horas que el único que podía dar órdenes para frenar la sedición era el ex titular de la fuerza. Lo novedoso de su testimonio fue que confirmó la existencia de un intento de negociación que fracasó, por lo que en total fueron cuatro los encuentros que se hicieron y no tres, como siempre se pensó.
Hasta ayer, en el debate, habían surgido que fueron tres las reuniones que habían mantenido las autoridades con los policías que protagonizaron la huelga entre el 8 y el 11 de diciembre de 2011. Ellas fueron:
- Lunes 9: Racedo, por orden de Gassenbauer y el ex gobernador José Jorge Alperovich, se presentó por la mañana a dialogar con los sediciosos, pero no pudo hacerlo porque fue expulsado a pedradas.
- Martes 10: pasado el mediodía, el ya fallecido arzobispo Alfredo Zecca fue a hasta la Subjefatura y habló con los manifestantes para que depusieran su actitud, pero tampoco consiguió buenos resultados.
- Miércoles 11: en la madrugada de ese día, enviados por Gassenbauer, Sarmiento y Nieva convencen a los sediciosos de sentarse en una mesa para dialogar. La reunión se hace horas después y se soluciona el conflicto, previo a que se firmara en Casa de Gobierno un borrador de un acuerdo que no terminó respetándose.
Nieva dio precisos detalles de ese encuentro que no fueron diferentes a los que había relatado Sarmiento el miércoles. Sin embargo, a instancias del defensor Ernesto Baaclini, se leyó un acta rubricada en la seccional 6°, donde su jefe Raúl Villafañe daba cuenta de que el martes por la mañana, el subsecretario y otras personas fueron expulsados del lugar con insultos. “La verdad es que no recordaba ese momento”, reconoció después de que se la leyera en el debate. “Puede ser que haya ido, pero fueron otras de las personas con las que hablé durante la madrugada del miércoles”, insistió.
El acuerdo
Nieva también aclaró cuáles eran los pedidos que realizaron los sediciosos en la protesta:
1- La reincorporación de Diego Herrera, Miguel Chaile y del comisario Miguel Ángel Toledo, que habían sido cesanteados por haber intentado iniciar una huelga en 2012.
2- La anulación de todos los sumarios administrativos que se habían abierto por mal desempeño en sus funciones y por faltas disciplinarias antes de la protesta.
3- Gestionar el archivo de las causas judiciales en contra de los policías.
4- El compromiso de no aplicar sanciones en contra de los que protagonizaron la protesta.
Sarmiento había declarado que esos puntos se habían puesto en memorándum, que era un borrador y no un acta acuerdo. Los policías siempre consideraron que el PE los había traicionado, puesto que no cumplieron con ninguno de los pedidos que ellos realizaron. “Les dijimos que haríamos todo lo que estuviera al alcance de nuestras manos. La Justicia ya había decidido investigarlos”, agregó el ex asesor el miércoles.
Nieva, que negó haber participado de la reunión en la que se firmó el acuerdo, dijo que ellos les transmitieron un nuevo ofrecimiento de incremento salarial, pese a que en esos momentos, según sus propias palabras, la fuerza estaba entre las cuatro mejores pagadas del país.
Tramo polémico
Los puntos más polémicos de su declaración surgieron cuando las partes le consultaron sobre la responsabilidad política que tuvieron los funcionarios del área. Pero la mayor tensión se vivió cuando fue interrogado por la defensora Julieta Jorrat.
Esta es una parte del interrogatorio:
- Jorrat: Si el Ministerio no podía dar órdenes al jefe de Policía, ¿Por qué los envía a negociar con los sediciosos?
- Nieva: Porque esa sí era una responsabilidad del Ministerio.
- J: ¿Entonce sí tenía responsabilidad?
- N: No creo que sea tan así. Se tomaron todas las medidas posibles.
- J: ¿Cuáles, por ejemplo?
- N: Instruir al jefe de Policía para que responda sobre lo que estaba pasando y se pidió colaboración a Gendarmería Nacional, entre otras.
- J: ¿Por qué se le pidió ayuda?
- N: Por prevención.
- J: ¿En seguridad había una mesa de trabajo?
- N: Sí. La integraban el ministro, el secretario, yo, los conductores de la fuerza y los asesores.
- J: ¿Cuántos asesores?
- N: No recuerdo.
- J: ¿No se advirtió ahí sobre los posibles problemas?
- N: Hasta ese momento, no.
- J: ¿El Ministerio actuaba políticamente?
- N: Es una conducción política.
- J: ¿Qué pasa si la cabeza de la Policía pierde su autoridad?
- N: Como subsecretario, no era mi competencia.
- J: ¿Usted sabe lo que dice la Declaración de los Derechos del Hombre?
- N: Me la recuerda, por favor...
- J: Que el Estado debe velar por la seguridad de todos los ciudadanos y ustedes no lo hicieron.